Seguramente has escuchado que nuestra forma de pensar afecta o beneficia nuestras emociones, a esto podemos añadir que contamos con un cuerpo energético, lo que nos muestra que somos más que el cuerpo físico que hemos escogido como vehículo. 

Todos tenemos un aro energético que se llama “Aura”, la cual   rodea el cuerpo físico como una barrera de protección contra la entrada de virus o bacterias, pero también nos protege de influencias negativas externas, que causan enfermedad, malestar emocional,  y cansancio, que  gracias al intercambiar energía constantemente con el entorno, lugares, personas, medio ambiente y con el planeta.

Estos “síntomas” tienen posibles orígenes:

• Energéticos: Somos como ondas de radio y estas entran en conexión con otras fuentes de energía, que según su vibración nos inyectan o nos quitan energía, aunque en diversas ocasiones crean distorsiones por su densidad y dejas ciertas huellas o manchas que nos pueden impedir un movimiento más libre.
• Físicos: Cuando percibimos cansancio excesivo, dolores frecuentes sin causa aparente, cambios bruscos de ánimo, todo esto no indica que hay una contaminación energética.
• Psíquicos: Podemos hablar de la esencia del ser, que le permite conectarse con la esencia y el sentido de su propia vida.
• Externos: Interferencias por pensamientos negativos, entidades de hermanos espirituales que se encuentran perdidas y roban e interfieren en la energía

Al identificar de donde proviene el bloqueo o malestar de la persona o el lugar, se empieza el trabajo de limpieza y armonización, utilizo diferentes técnicas energéticas  canalizadas que han demostrado su efectividad, reactivando la energía vital permitiendo una sensación de ligereza, apertura a nuevas oportunidades en todos los aspectos.

Tarifa: 60 € por sesión